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Para nada se podía imaginar la colegiala Ella Knox que el friki de las gafas que se sentaba al principio del todo en clase iba a tener semejante pollón. La chica nada más ver esa polla se la llevó a la boca para dejar de verla cuanto antes porque le entraba hasta miedo de imaginarse esa bicha golpeándole duro el chochete estudiantil que tiene.
